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18 oct 2007

Entrevista a Pepe Liboy por Kattia Chico


Entrevista con Kattia Chico

La escritora Kattia Chico vino a verme a Río Piedras luego de que le explicara que tengo dos familias, una en Yauco, cerca de ella, que vive en San Germán, y otra en la Calle Loiza. Porque se me considera del lado de Santurce, se esperaba que me casase con una muchacha de Loiza Aldea, lo que es una vieja tradición. Pero en el momento en que se me explicó que me iba a reconciliar con la novia tradicional, en un apartamento de Trujillo Alto, lo que pasó fue diferente y nació un viejo hijo mío de los años Ochenta. Este comentario, que le hice por e-mail, la trajo a la ciudad pequeña para que le diera más detalles.

Kattia: ¿Qué tipo de trabajo hacías en los años Ochenta?

Pepe: Era aprendiz de publicista. Escribía los monólogos de la muñeca de Cinta Azul y los diálogos de una rutina de publicidad que se llama en el medio “two cunts in a kitchen”: son dos mujeres que hablan en una cocina. Además de ello, investigaba un asunto relacionado al patois de Trinidad, que se extiende hasta Haití, y que se relaciona a los compromisos de las novias quinceañeras. Si uno conoce a una muchacha comprometida de esa manera, hay un improperio en Trinidad para la situación: bim. Es una vieja palabreja.

Kattia: Pero lo que te sucedió es más “wild”. ¿No pasó algo más?

Pepe: Bueno, hubo un tiroteo en Río Piedras, por unas facturas de ron viejas, supuestamente.

Kattia: En San Germán, se habla del Valle de los Ecos. Tú gritas en el valle y se oye el eco. Pero ahora el valle es propiedad privada y no se puede ir a gritar allí. Yo fui a gritar de cualquier manera y nos tiraron. ¿No dirías que fue algo así lo que pasó?

Pepe: No. Eso le pasó a Alberto Martínez, que publicó Poética, un poema en donde él refiere la herida en la mano que sufrí después del tiroteo. Alberto gritó. Creo que le quisieron disparar, según le he oído decir en la red electrónica.

Kattia: ¿Y qué hay de la tesis de maestría?

Pepe: Es que me faltan fuentes secundarias. Mi tesis gira en torno al tema de las Partidas, o cuentas dobles por concepción. En el mundo empresarial, que es el que conozco hoy, las cuentas dobles se dividen en cuentas por representación, para una de las madres, y cuentas corporativas para la otra madre. La bibliografía que el profesor Rubén Estremera me ayudó a conseguir menciona un mito relacionado a la concepción infantil, que es el más generalizado en las universidades. Supuestamente debe llover mucho para la crianza de un hijo, y la mayor parte de las razones de fertilidad y los motivos para invertir en la familia (hijos, esposa), giran en torno a los cambios de clima que supuestamente se deben considerar para criar y no en torno al más sencillo asunto de las cuentas dobles. El mundo empresarial trata esta dura racionalidad familiar de una manera estadística, con proyecciones de veinte y hasta cuarenta años en las que se proyecta el matrimonio del hijo o hija de la empresaria.

Kattia: El problema es de privacidad.

Pepe: No. Porque yo sencillamente informo de la necesidad de las estadísticas. Que no haya fuentes secundarias es incluso una ventaja para esta clase de estudios.

Kattia: Entonces, ¿qué impide en tu opinión que se aprueben tus observaciones?

Pepe: En mi caso, tradiciones antiguas, germánicas. Pero en general, lo mismo. Yo me entrevisté varias veces con José Emilio González y otras veces con José Luís González, quienes me informaron de una ruda tradición germánica que se opone al uso de estadísticas. Salvador Brau tiene ensayos completos dedicados a esta desconfianza. Es decir, que si por un lado las estadísticas permiten que la Partida no se distribuya en un marco estrictamente familiar, las tradiciones se oponen a esa alternativa.

Kattia: ¿Y qué hay de tu libro de cuentos?

Pepe: Bueno es un libro de cuentos, sin valor poético.

Kattia: Yo no pienso lo mismo. Considera el cuento “Rehab”, que trata precisamente sobre esas madres que mencionas ahora. Yo estimo que eso es poesía.

Pepe: Todo depende del concepto de poesía que se tenga. Para mí, poesía es polisemia. Se hace un estudio semántico para un tema particular. Considera el caso de Pachín Marín. En los años cincuenta se hizo un estudio del tema del heroe en la vida y obra de este escritor, que puede servir como apunte para un poema, porque hay varios casos semáticos para el concepto del heroe en ese estudio. Está el bohemio, el patriota, el activista. Y hay que buscar una imagen para reunir todo eso. No se escribió el poema, pero yo, desde mi perspectiva particular, propongo la mandrágora, que es una planta nacida del licor seminal de un ahorcado, que en este caso sería Pachín. Y la mandrágora es la hija del escritor. Pero claro, nada de partidas en este caso. En “Rehab” no hay nada así. Es un cuento casi literal.

Kattia: ¿Con qué otros escritores puertorriqueños te identificas?

Pepe: Me identifico con Hjalmar Flax por un poema que escribió, “Cupid’s Quarry”, sobre la lucha de un muchacho para ponerle un diafragma a una muchacha.

Kattia: Debe ser desesperante.

Pepe: Sí. Porque tiene mucho que ver con la lucha por procrear que era tan típica de los Ochenta, entre las personas que tenían esa clase de problemas. Casi no hay problemas que simpatizen con esas parejas, sino en la obra de este escritor.

Kattia: Sin embargo, Hjalmar es un personaje negativo.

Pepe: No pienso así. De hecho, es el único escritor que me ha recomendado tu obra poética y el único que se ha ocupado de publicar tus poemas en el extranjero. Yo te diría que hace ya dos o tres años que él me viene hablando de una nueva voz poética, que eres tú. Sobre todo desde el momento en que Alberto publica tu poema sobre los erizos de mar en El límite volcado. Sin embargo, esto te lo digo desde mi punto de vista. Es bien cierto, por otro lado, que Hjalmar pinta la imagen de una especie de rentista de la poesía local, imagen que no es ni lejanamente cierta.

Kattia: Pero de esos rentistas de la poesía, ¿a quién más salvas?

Pepe: Bueno, es un caso como el tuyo y el mío, que vinimos de una generación anterior a conocer la próxima y como tardíamente. Me refiero a Loudes Vázquez. Ella es la pareja de Hjalmar, como tú eres la mía, si bien en la poesía y no en la realidad. Quien conoce a Hjalmar conoce a Lourdes a la larga. Esa es otra persona de otras épocas que dice mucho y cariñosamente sobre la nuestra, sobre los problemas de los jóvenes. Claro, que ahora no somos tan jóvenes, pero cuando éramos jóvenes, ellos estaban con nosotros. Lourdes tiene un libro ya fuera de circulación, La naranja mecánica, que es insuperable en cuanto a la lucidez de su prosa, sin mencionar su estudio sobre la obra de Marina Arbola, que fue quizá el único libro de los Ochenta que me enseñó a perderle el miedo a que se nos tildara de locos.

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1 RESENTIMIENTOS:

Mara Pastor dijo...

Linda entrevista. Me gustó lo de las novias de la poesía, y cómo piensa las estadísticas. Creo que al final se refiere a Marina Arzola y no Arbola. Me pregunto si existe un pensamiento de lo político en Liboy respecto a Hjalmar. Su identificación con Hjalmar funciona casi como un desplazamiento, puesto que lo plantea como si estuviera más vinculado con Kattia. saludos,
m.

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